Esto es como una prisión donde no hay nadie más que yo. Miro hacia el exterior; me pregunto que sucedió. Ni luces, ni ruidos, todo es muy extraño; Los coches vacíos, ¿qué ha pasado aquí? Silencio, silencio, Sólo oscuridad… y este silencioEs un cuento de terror, son las ocho y no amaneció; Sólo sé que
Duerme la ciudad y en un local oscuro junto al mar Está tocando un músico de jazz Miras hacia mí y en tus ojos cansados puedo ver que hay un nombre escrito de mujer. De su guitarra se van notas de fuego; Los acordes de cristal, hacia la eternidad Viejas canciones de amor, viejos poemas.Entre
Es la noche de la revuelta; sube el mar hasta mi sectorSiempre todo o nada, nunca hay elecciónHan surgido brillantes líderes, han temblado en el cielo grisMomentos fugaces; ahora no están aquí. Mira ese chaval de la ciudad letal; Barrio de las paredes sucias junto al puente del río BesósSe comercia con los deseos y
Bendeciré, sexta planta, puerta C. En el ascensor mi vecinita huele bienLa pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana. Doña Foca va a la compra en zapatillas Hogar, comida y una camaNiños hambrientos, el abuelo nos dejóYa no me besas nunca, ya no me amas. Como voy a besarte, gorda y
Esta mañana al salir a patrullar, Hallamos muerto al soldado AdriánComo manda el reglamento procedimos a buscar Los objetos que llevara. Sólo hallamos esta carta: "Querida Milagros, llevo seis días aquí. Te echo de menos, no puedo vivir sin tiHe visto las explosiones brillando a mi alrededorTengo miedo, no lo oculto, sólo me queda tu
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